Cuando se mezcla una canción (o set de canciones), actividad academica, presión empresarial, amistades en dolor y domingos de soledad. Tambien intervienen seres geniales y proyectos inesperados. Aperturas y presiones y dimensiones impensadas de realidades cotidianas.
Pasan semanas de un año intenso en todos los sentidos. Bueno, malo y potencial. La proximidad de hechos y pendientes, su frecuencia inaudita y su estrés permanente en un inicio ocultaron las posibilidades reales de este arranque acelerado. Pero el tiempo y la calma comienzan a dibujar posibilidades increibles. En ambitos varios. Dentro de alcances antes impensables o sospechados pero aun sorprendentes. Y las lineas vislumbradas requieren constancia y ascertividad. Requieren presencia y tiempo y trabajo y cariño. Pero ahí estan las luces y vertigo futuro.
La posiblidad de crear columnas imbatibles. La posibilidad de desarruinar lo que ha estado revuelto. El potencial de alcanzar un potencial inmiscuido en cotidianidad, que requirió salir de ella para volver a ver su grandeza.
Jose A. Casas-Alatriste
