Escribo esto porque la semana pasada estuve en el Colegio Celta, una de las empresas para las que trabajo, y que es de las que más satisfacciones me ha dado, al poder contribuir, de manera marginal, al elemento más significativo para el desarrollo y bienestar de este país: La educación.
El punto es que caminando por esta increíble escuela, en la sección de primaria hay un retablo bastante grande con un título: Íntegros. El tablero estaba lleno de textos escritos por alumnos (quizás 1 ero o 2do de primaria) redactando alguna historia en donde ellos consideraran que habían actuado de manera íntegra. "Devolví dinero que estaba tirado, o que me encontré en mi casa, etc..."
Lo menos relevante es la experiencia particular de un niño de 6 o 7 años. Lo importante es el mensaje. El valor inculcado a esa temprana edad de la importancia de la integridad, su valor y la autosatisfacción que genera.
Siempre he pensado que uno de los cambios importantes a los programas educativos debería darle una importancia mucho más relevante al tema de principios, ética e integridad a las generaciones venideras. Que no es lo mismo que moral, civismo o religión. Recuerdo que en el Liceo el único profesor que se dejaba sobornar era el de la materia de civismo. Materia extra a la currícula francesa para acreditar secundaria ante la SEP. Que vergüenza, era de los pocos profesores Mexicanos.
Solo como conclusión guajira, idealista, pero no por eso imposible: Imaginen un país cuyas nuevas generaciones estén formadas con un amplio y claro concepto de la ética y la integridad. Y después piensen en la infinidad de problemas que se irían resolviendo automáticamente. Espero que los alumnos del Colegio Celta generen ese cambio a nivel micro en su alcance con la sociedad. He escuchado millones de veces que la educación es un factor de cambio indispensable (e impostergable) para este país y coincido. Pero es importante revisar hacia donde queremos apuntar. Por eso es guajiro e idealista pensar que podamos destinar nuestros programas educativos a mejorar la integridad y la ética de las personas, sabiendo que quienes controlan, manipulan y manejan la educación en este país, son precisamente personas que carecen con creces de estos deseados principios. ¿Por dónde empezar entonces?
Jose A. Casas-Alatriste
1 comment:
Hoy volví a leer tu post y no le pudo haber quedado mejor a mi día. El tema de la integridad en riesgo es algo que vemos todos los días y ojalá solo sea en el sistema educativo. En lo personal me saca mucho de pedo la cantidad de gente que está dispuesta pisar a alguien para "colgarse una medalla", por un reconocimiento laboral, por quedar bien o por una lana. En una organización en la que te das cuenta de la falta de ética de los directivos (ya sin mensionar a los colaboradores) te hace dudar de lo que hicieron o a la gente que pisaron para llegar a ese lugar, y me hace pensar ¿estas dispuesta a hacer eso para "crecer"? la verdad es que no. Prefiero vender refrigerios en la playa, jeje!
Pero hay gente que se enfrenta a "tu carrera VS tu integridad" y lo que te enseñan es a pisar para crecer, sin importar lo que hayas aprendido en la escuela... triste!
Lo que podemos hacer es intentar ser mejores individuos y esperar que se contagie con ejemplo y no participar ni inducir ese tipo de comportamientos... y como bien dices, idealizar el mundo o pequeño nucleo donde el hambre de poder no domine ni haga que la gente se quiera "vender".
Gran post! Al menos intentemos ser mejores de lo que somos hoy.
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