(después de 15 minutos intentando subir una foto tomada con el iPad, me di por vencido, la absurda no compatibtilidad entre Google y Mac)
El entorno no es el mas habitual. Enfrente de mi tengo un tanque de oxigeno de casi metro y medio de altura. Al lado dos tubos de plástico alcanzan las fosas de mi abuela que me ve desconcertada picando le y picando le a su recién estrenado regalo navideño: un iPad.
Entre frase y frase hablamos de detalles como la facilidad para escribir en este teclado. Le fregaduras del auto corrector y las "presión que hay que meterle al tecleo". Es 29 de diciembre de un 2011 que ha sido de claroscuros con toques increíbles de experiencias, viajes, independencia y cambios. También ha sido un año de madrazos y autoevaluacion, de reconocer que hay errores que se derivan de una limitada autocrítica, y que es esto ultimo lo que a veces nos lleva a un estado de inconformidad individual.
Es 29 de diciembre y pasaré año nuevo en la ciudad. Hace mucho Tiempo que no pasaba año nuevo en l ciudad. Extraño salir esos últimos días. El año pasado lo pasé en Acapulco. Hace dos en san Miguel de Allende, hace res en Chiapas, hace cuatro en Ixtapa (empiezo a ver en la cara de mis 2 lectores una línea continua de zzzz que empiezan a perderse en este texto irrelevante). Pero bueno, 2011 mi abuela sobrevivió. Está acá sentada platicando con mi madre que cada vez más adopta rasgos infalibles de ángel guardián. Y en este jueves sui generis, de vacaciones sin vacación, son reflexiones sin tanta profundidad, publico el primer post desde una i pad (me siento raro, para ser honesto)por lo que dejo las fallas propias del auto correct para que quede constancia de ello.
(anexo foto desde mi perspectiva)
Jose A. Casas-Alatriste
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