XII. El Factor Sorpresa

Muchos números desechados para que seas tú. Para que sí fueras. Para que sí fueras esa.

El tiempo está de nuestro lado. No me queda la menor duda. El factor sorpresa es liberador en ese sentido.

No estoy tan seguro de lo que siento cuando te veo moverte. No me queda claro aun ningún alcance, pero quiero que me alcance. No tengo limitantes de tiempo, pero tampoco me preocupa que nos alcance. Al final lo único importante es que te quedes.

Lo que resulta perturbante es la sospecha de que te puedas convertir en el centro de mi universo.

El origen, el destino, el fin, el final, de lo que puede ser felicidad y tristeza absoluta. ¿Quién se puede resistir a vivir en los extremos? No hay nada que sustituya la adrenalina inicial de los riesgos potenciales. Cuando sabes que ya estás más dentro que otra cosa. Y que sospechas que te puede salir.

La confirmación es la iniciativa. Expresada en una forma tan básica que revienta en todos lados, y nos hace consceintes de los vellos de las pantorrillas. Un escalofrío permanente que dura segundos. Dios qué ojos...

The green eyes, you're the one that I wanted to find, and anyone who tried to deny you must be out of their minds.

Jose A. Casas-Alatriste