Thursday, February 04, 2010

Place Batel y la parentela gay

En nuestro pais parece que los partidos políticos de algunos años para acá se preocupan más de formas absurdas o de refrendar ciertas posturas pseudo-idiológicas más que atacar los problemas de fondo, los cambios estructurales necesarios para dejar de ver pasar la historia frente a nuestros ojos, ser de nuevo los grandes perdedores, las victimas autoprovocadas, el pueblo pobre y resentido que nos hemos acostumbrado ser.

Pero como el tema está en boca de todos, ni modo. A pesar de que más del 80% de los gays han declarado que les vale absolutamente madres poder casarse o no, y a pesar de que nuestro liberalisimo gobierno del DF haya legalizado este tipo de uniones, y de que el gobierno federal, en una actitud absolutamente oportunista para ganarse la simpatía del 80% de la población que está en contra, se haya involucrado en una absurda batalla para impedirlo... El tema de la adopción sigue siendo el más controvoersial, y el factor que le mete toda la pimienta y el fuego a la famosa unión entre homosexuales. Hay que verlo así. Sin el tema de la posible adopción el escandalo sería nulo y absurdo.

Aqui entra Philippe. Escribo desde su cuarto de invitados en uno de los departamentos más bonitos de Paris. Philippe es gay y tiene 3 hijas. Así es. Como en muchos casos se casó sin necesariamente saber su condición homosexual, tuvo a 3 adorables hijas. Salió del closet. Tiene una extraordinaria relación con sus hijas, con su ex mujer, con su nueva pareja, y a decir verdad creo que sería una envidia de padre para muchos hijos de padres tradicionales.

Muchos argumentan que el gran riesgo de los matrimonios gays y su potencial adopción son los riesgos psicológicos de crecer en un ambiente (arcecianamente) innatural o anormal. De verdad? no sería en todo caso más traumatizante saber que tu verdadero padre es gay? No lo se. Lo que es un hecho es que catalogar a priori una paternidad heterosexual como natural, y por lo tanto normal y por lo tanto sana y favorable para el desarrollo psicológico de un niño y por oposición todo lo contrario con una familia gay, me parece que es ver las cosas con muy poco criterio. Demuestra al final del día un enorme prejucio y cerradez a la verdadera escencia de las relaciones humanas y los elementos fundamentales que hacen que una familia se forme bajo principios de amor y armonía en su convivencia. Estoy seguro que las 3 hijas de Philippe por ningun motivo cambiarían de padre, ni de familia, ni de formación.

Por eso, a pesar de que la gran mayoría de los gays les valga un bledo, y muchos de los no gays sientan amenazada la armonía familiar y "las buenas costumbres" creo que a muchos niños los haría infirnitamente felices crecer bajo una parentela gay.

Jose A. Casas-Alatriste