Monday, August 23, 2010


Jose A. Casas-Alatriste

C.R.A.Z.Y.


Esta palabrita tan alocada, que puede significar tantas cosas en tan diversas dimensiones resulta que se reunen en 2 títulos que recientemente han captado mi atención. Una película, y una canción.
Con la primera terminé el sábado y empecé este domingo hasta cierto punto sui generis. Un domingo compartido, de mucho dormir. Luego los carriles de ciclistas hicieron mi visita dominguera a la lagunilla bastante tediosa en el trayecto (por no ir en bici, obvio). Y en el enorme mercado de antigüedades, lo único de lo que me pude convencer fue de 7 LP's que pagué 6 (no andaba fino con la negociacha),  y de esos, 2 eran de la Onno Plastic Band. Don't ask.
Luego crucé la ciudad hasta el poniente y comí en el recién estrenado Bellopuerto Santa Fe, del cual nunca he escrito en este blog. Siempre es reconfortante ver realizado cualquier producto de un impulso creativo. Hasta ahí...
Finalmente tuve una junta de trabajo. Sí en domingo. Las recomiendo. Bastante cordial la gente se comporta en domingo, hasta en el tráfico. Varios puntos se resolvieron de manera satisfactoria y las diferencias fueron amablemente discutidas. Como el tráfico. Casi nadie pita en domingo. Por cruda o por hartazgo, pero el domingo debería ser declarado oficialmente el día consacrado a la tolerancia.
Y ahora estoy aquí, escuchando la versión acustica de Crazy, la canción. Y así sin más a escribir esto que tampoco le va a cambiar la vida a nadie, como este domingo no creo que haya contribuido a cambiármelo a mi, ni yo a nadie en particular. O sí? esconden transformaciones drásticas los días irrelevantes? son premonitorios a días de enormes cambios? nos preparan para esos lunes de bomberazos, que acaban por redireccionar el rumbo de generaciones (no me ha sucedido, pero a quienes sí, seguramente fueron precedidos de domingos sin tantisima actividad)?
No hablé mucho de la película. Me encantó y la recomiendo ampliamente. Habla de la familia. De lo anormal y locas que son casi todas las familias y más cuando se tienen muchos miembros.Tiene un soundtrack genial, en particular "Shine on you crazy dimond" (que en toda la pelicula nunca llega al verso "Remember when you were young, and you shined like the sun, shine on you crazy dimond). Quien nunca haya escuchado esta canción completa lo tiene que hacer. Y tiene que tomar en cuenta su contexto. Waters se la escribió a Syd Barrett, ex-líder de Pink Floyd, al que se le pasaron los aceites y acabo viviendo en casa de sus papás, absolutamente inútil. Cito textual de wikipedia, para agregarle morbo a la historia:

"En el otro incidente, un hombre fornido y con la cabeza y las cejas completamente afeitadas, vistiendo una chaqueta blanca, zapatos blancos y llevando consigo una bolsa de plástico en las manos entró al estudio mientras la banda grababa "Shine On You Crazy Diamond", aunque Nick Mason ha declarado que no esta del todo seguro si fue en la grabación de esta canción en particular en la que el hombre entró al estudio. La banda no lo pudo reconocer por un tiempo, cuando de repente uno de ellos se dio cuenta de que era Syd Barrett. Para ese momento, Barrett había ganado mucho peso (cuando le preguntaron, él contestó: "He estado comiendo mucho, he comido muchas chuletas de cerdo") y había afeitado todo su pelo, incluso sus cejas, y su ausencia durante cinco años hizo que sus ex-compañeros se tomaran un tiempo en identificarlo. Finalmente, se dieron cuenta de quién era y Roger Waters estaba tan apenado que se quebró en llanto. Aparentemente, cuando tocaban "shine on You Crazy Diamond", Barrett se paró y dijo: "Bueno, ¿cuándo me pongo mi guitarra?" El tecladista Rick Wright dijo: "Y por supuesto, él no llevaba una guitarra consigo y le dijimos, 'lo sentimos, Syd, ya grabamos las guitarras'". Cuando le preguntaron qué pensaba sobre Shine on You Crazy Diamond, Barrett dijo que sonaba "un poco vieja". Él fue recibido con entusiasmo por la banda pero, posteriormente, se fue durante la improvisada fiesta por la boda de David Gilmour (que coincidió con ese día). Esa fue la última vez que el resto de la banda lo vio."

La canción (Crazy) es otra, de SEAL, super popera. El coro de la manera más fresoide predice "But we'll never survive unless we get a little bit crazy". Que no es lo mismo que infestarte de LSD como Barret, ni cantar desde tu cuarto "Space Oddity" con un trueno dibujado en la mitad de la cara, sino encontrando esa pecularidad de los días menos radicales, tratar de descubrir el sinsentido, o la coincidencia absurda en la locura generalizada que nos rodea y que llega a ser tan común que parece normal. Como la canción y la película. Como disfrutar una junta en domingo. Como despertar acompañado.

Jose A. Casas-Alatriste

Monday, August 16, 2010

VI Estar (I)

La dimensión temporal parece detenerse. O acelerarse brutalmente hasta provocar una extraña sensación de incertidumbre sobre la objetiva medición de los minutos, que se dicen horas, pero dudamos siquiera en que hayan transcurrido realmente. No es hasta que se revisan las miradas pausadas, las sonrisas y los intermedios entre besos que esa dimensión engañosa comienza a hacer sentido.
Pues cuando se logra estar, así sin más, se logra empezar a ser, en plural. Estar es sentir que el tiempo es menor al que se contabiliza. Estar es no pensar en nada más, en absolutamente nadie más. Estar son silencios no incómodos. Estar es tener interrupciones posteriores con la misma imagen. Estar es querer constantemente regresar, frenar por minutos u horas (ya no importa la diferencia) y volver a almacenar, con todo detalle, los elementos que construyen ese momento; imagenes, olores, sensaciones, y platicas palabra por palabra y sus silencios cómplices.
Por eso cuando se logra estar, así sin más, se logra empezar a ser, individualmente en el terreno compartido de la complicidad.

Jose A. Casas-Alatriste