Sunday, February 19, 2012

VII Estar (II)


¿Cuántas tardes repetidas se convierten en monotonía? Cuantas mañanas ausente equivalen a la adrenalina de sentirlo de nuevo por primera vez? ¿Qué sucede en el interminable periodo entre estar y no estar, quieriendo estar? ¿O el estar sin oxígeno aparente por tener la cabeza en anhelos que no corresponden a ese atardecer?

La compañía se vuelve vital, capáz de sacarte de ideas absurdas e improvisar en el virgen terreno de lo desconocido, de lo impredeciblemente rutinario. Sexy en su dimensión menos esperada. O no. 

Lo que definitivamente es una realidad es que estar no siempre equivale al tomo I. Estar es una función variable cuyo resultado no es ni más ni menos que la felicidad relativa de ese momento. El nivel de logro o fracaso en que nos mapeamos dadas las intenciones más efímeras, o los proyectos más profundos. Con alguien, solo, o a pesar de alguien más. Estar parece dictar compartir. Quizás. 

Jose A. Casas-Alatriste