Saturday, November 12, 2016

Toujours les mêmes toits


Toujours les mêmes toits. Los que nos cubren en las noches de otoño.
Los del refugio de mientras.
Los que nos protegen de las heladas gotas de agua.

Toujours les mêmes artistes, los que se conocen pero nadie reconoce.
Los que pintan futuros llenos de pasados.
Los que se dejan aproximar por las miradas curiosas, llenas de jucio quienes nunca se atrevieron.
De los que nunca gustaron de sus propios dibujos.

las cúpulas arabescas nos recuerdan la altura.
El norte que ya fue decadente y vuelve a nacer.
La bohemia que nunca muere.
Las noches que se impregnan en piedra.

El aire huele diferente. Son diferentes los olores.
Hay emociones que se quedan como sulfatos.
Perdidas que apestan.
Recuerdos que huelen a pan con mantequilla.

Aquí ya no hay pasado, ni presente, ni futuro.
Todos los que fueron volverán.
Así son los centros de la tierra.
Inevitables en al menos un par de vidas.

Y cuando regresamos lo comprendemos sin saberlo.
Lo sentimos como ritual del corazón sagrado.
Todas las vidas que hemos pasado.
Todas las almas con las que nos hemos cruzado.

Al final regresaremos. Hay pocas certezas como esa.
Al final escucharemos de nuevo los acordeones,
Los clarinetes que siempre transportan nostalgia.
Los artistas callejeros.

Los inmortales como nosotros.


(Place de Tertres; Nantes- Beirut)

Jose A. Casas-Alatriste